Ecografía morfológica de las 20 semanas.

Y por fin llegó. Había leído que es la más importante del embarazo (y así me lo confirmó mi médico pese a al desconocimiento de muchos padres que llegan a la consulta sin saberlo), porque si el gine daba «luz verde» el embarazo tendría muchas posibilidades de desarrollarse hasta el final sin incidencias. En España se llama «Eco de las 20 semanas», pero en la práctica la mayoría se realizan incluso hasta en las dos semanas siguientes.

Así que cruzamos los dedos, yo algo más nerviosa que mi marido. Nada más recibirnos y sin tiempo para sentarnos, me dice que me tumbe en la camilla. Es un profesional directo y a medida que lo vamos conociendo, me parece que bastante competente. Su tiempo es oro y su forma de actuar te lo recuerda a cada instante.

Empieza con el examen de nuestra pequeña. El tamaño alcanzado en estas 21 semanas le permitirá ver cualquier anomalía. Fue minucioso empezando por la cabeza (efectuó distintas mediciones de su cerebro), corazón, columna vertebral, intestino, brazos y piernas (incluído dedos). A medida  que iba examinándola iba comentando el resultado. A la altura de los brazos yo ya me había relajado. Fue entonces cuando preguntamos si seguía siendo niña, y así lo confirmó 🙂

Y aquí está nuestra nena. Redondita porque según nos dijo tenía algo más de peso que lo habitual para su tiempo. Impresionan mucho las eco 3D.