Rozando los dos años.

Rozando los dos años.

El otro día comprando en el super me pasé por la sección de productos para fiestas y me quedé alucinada contemplando la velita de los dos años. Y es que dentro de nada la peque los cumple y da vértigo pensar en todo lo que hemos vivido (y lo que nos queda!!!). El cumple vamos a celebrarlo con una gran fiesta familiar en la que estarán presentes sus dos abuelas. Esto es bastante difícil para nosotros de lograr porque una de ellas vive en el extranjero. Así que ahora mismo, estoy inmersa en los preparativos. Los regalos están escogidos al detalle, sobre todo para desarrollar las capacidades de Alicia.

Desde que pusimos la última dosis de Bexero en Noviembre, la nena que estaba como una rosa ha ido encadenando gripe, gastroenteritis provocada por una bacteria muy jodida que se llama campylobacter jejuni y alguna que otra fiebre. Total que no hemos parado hasta mediados de Enero. Seguimos pensando en que esto lo provoca la vacuna que afecta a sus defensas. Por suerte, ahora llevamos unas semanas en las que la niña se ha estabilizado, come bien y por fin engorda. Eso lo están notando mis cervicales porque al cogerla me hago polvo la espalda. Tengo mucho interés en saber lo que pesa en su próxima revisión.

El tema del sueño cada día lo llevamos mejor. Estamos rozando las 10 y 35 de la noche cuando se duerme. Suprimir la tele después de cenar nos ha ayudado bastante. Ahora queremos reducir parte del tiempo que pasa con la tablet/tele que es cuando la dejo sola porque tengo que preparar algo de la comida. El resto del tiempo (menos la siesta) lo pasa conmigo. Alicia es una pegatina. No consiente en quedarse sola. También noto que en el juego ha avanzado muchísimo. Se implica y crea sus propias historias . Es divertidísimo verla cuando me hace de madre y me cuida metiéndome en la cama. En el tema del habla también ha desarrollado un amplio vocabulario y entiende todo lo que hablamos. Al ser una niña bilingüe pensamos que iría más lenta al recordar dos nombres para cada concepto, pero no parece que vaya a retrasarse en el habla. Cuando encuentra niños en el parque intenta comunicarse con ellos soltando un torrente de palabras y los nenes que todavía no hablan, la miran intimidados 🙂

Tenemos guardería.

Tenemos guardería.

Sí, pero no por elección. Era el único centro al que podíamos optar. ¿Contenta? No del todo. No es el tipo de guardería al que soñé llevar a mi hija. Ni siquiera es una guardería. Pero los acontecimientos se han impuesto. En nuestra zona sólo estaban éste y el público, que aglutina a toda la población marroquí de la zona. Con el poblema de que estos nenes no se vacunan en su mayor parte.

En contra tiene que son casi 40 nenes ( de 0 a 3 años) para cuatro cuidadoras. No se como se las apañarán para estar al cuidado de 10 nenes cada una y que ninguno peligre. También el espacio es algo reducido. Es un bajo de tres habitaciones. El recibidor es usado también como sala polivalente. Tiene la puerta en frente, como es un centro flexible, los padres pueden ir a recoger a los nenes cuando quieran. Por lo que me comentó una madre en invierno, las corrientes de aire son continuas para los que están en dicha sala, además de cortarles el ritmo ya que los nenes están más pendientes de la puerta que de otra cosa. Eso mismo lo comprobé yo el otro día. No dispone de patio interior de juegos para los días de lluvia.

Su punto fuerte, son las mismas cuidadoras. Por las opiniones que he recogido, creo echan los restos planificando actividades (algunas siguiendo a Montessori). Y todas tienen distintas titulaciones sobre el mundo infantil. También dispone de una terraza  grande al exterior, bien acondicionada donde pueden jugar todos los nenes a la vez.

La elección no podía retrasarse más. Alicia necesita empezar el próximo Septiembre la guardería. Necesita nuevos horizontes y sobretodo contacto con nenes. Así que vamos a prepararla para ello y el primer paso es eliminar el pañal. Cruzaremos los dedos.

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La maternidad sanadora.

La maternidad sanadora.

Hoy día de la madre, me parece un momento genial para hablaros del poder sanador de la maternidad. Como me pasa muchas veces, la velocidad  de los hechos y el poco tiempo libre que me deja Alicia, no me permiten pararme a pensar sobre lo que me estaba sucediendo hasta que leí el fantástico artículo de Olga Carmona sobre el poder de cura que tiene la maternidad.  Y entonces sí me paré a reflexionar que así era porque así lo había estado viviendo yo. Me faltaron las palabras para describir aquello que me llenaba al tiempo que transformaba mi vida, dándome la capacidad de crecimiento y el poder de sanar mis heridas. Lógicamente sabía que tenía que ver con mi hija, mi fuente de felicidad, pero no lo comprendí del todo hasta ese momento.

Todos, hombres y mujeres, a medida que cumplimos años llevamos nuestro equipaje. Lo componen experiencias buenas y también malas. Para algunos esa carga es más pesada, para otros, más liviana. Y las hay que tienen suerte y pueden hacer tabla rasa con todo. La maternidad supone para muchas ese punto de inflexión que cura las heridas más enconadas. Entre esas me incluyo. ¡Feliz día de madre!

Juego creativo.

Juego creativo.

Alicia y yo pasamos todo el día juntas y apenas duerme siesta. Eso quiere decir que tengo que ingeniármelas para planificar actividades que la diviertan, puesto que es una niña que no juega sola. Sobre todo nos gustan las actividades creativas, las que nos permiten un juego no predeterminado. Son con las que más disfruta. Últimamente hemos desarrollado una que le encanta. Así que comparto por si os apetece hacerla. Con ella pasamos unos ratos muy entretenidos.

Vivimos en una zona costera, así que cada vez que visitamos la playa me llevo una bolsa de arena. Se me ocurrió colocarla sobre una bandeja (ojo que la arena ralla, esto no lo sabía yo 😦 así que mejor escoger algún recipiente que no se malogre) y entonces me di cuenta que era el típico jardincito japonés en miniatura si colocaba agunas piedras y conchas chulas. El resto fue cosa de Alicia. Desde peinar la arena con un rastrillo, hacer caminos, minicastillos y colocar a sus nenes (niños del Playmobil) para que jueguen en el jardín, todo eso hacen sus delicias. Y las mías. Estoy planteándome algún cambio respecto al recipiente pero la idea básica sería la misma.

Si no vivis en zona costera imagino que cualquier tipo de gravilla podría sevir aunque ya no ofrecería tantas posibilidades como la arena que es ideal para hacer formas. Ahí van algunas fotos.

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El hermano mayor.

El hermano mayor.

No, a Alicia no le ha salido ningún hermano mayor. Pero en Semana Santa vinieron a pasar unos días sus primos de 10 y 13 años de edad. Y entonces Alicia se vió en la necesidad de hacerse entender muy bien para comunicar con ellos. Ese problema con nosotros no lo tenía ya que nosotros con pocas palabras interpretamos sus deseos. Desde esos días, la lengua de Alicia se ha desatado en una bervorrea incesante, en frases con plena lógica. Y no para. Ya no repite como un lorito y si ella nota que nos equivocamos nos corrige.

Si esto han sido unos pocos días, puedo imaginarme lo distinto que tiene que ser el proceso de aprendizaje (por su rapidez) de niños que tienen un hermano mayor o la posibilidad de relacionarse con niños de más edad todos los días. Por eso me gustan tanto las escoletas, que no segregan al niño por edad.

Este es un tema que nos trae de cabeza estos días, vivimos en un sitio muy aislado, una urbanización de cara al mar y opciones para los niños hay muy pocas. Tenemos a unos KM. una guardería municipal (no es nuestra opción para Alicia por varios motivos), y un Centro privado que no reúne los requisitos para ser guardería y se queda en eso, un aparca niños. Existen dos escoletas, que serían una opción genial para Alicia, en pueblos de alrededor. Son escuelas libres que se inspiran en el respeto al niño y permiten su movimiento. Eso para nuestra niña es vital. Además esta opción permitiría retrasar unos años, nuestra decisión por un colegio adecuado. Decisión que probablemente llevará un traslado a una ciudad. El problema es que con dos años y medio que tendrá Alicia en Septiembre no la quieren en una de ellas ( eso está confirmado) y en la otra hay que probarlo todavía:(

Así andamos estos días, buscando una solución para  Septiembre y rodeados de incertidumbres.

Cambio

Cambio

Hoy es mi cumple, y aunque no celebramos nada en concreto para servidora sigue siendo un día especial. 46 añitos creo que bien llevados con ganas de volver a ser a madre aunque sé que no es el momento. Mi vida gira en torno a Alicia (absolutamente lógico), e incluso hasta el detalle de la tarta de cumpleaños la sustituyo por un bizcocho de banana con perlas de chocolate que dicen que es delicioso. Mi niña ha descubierto hace poco el chocolate y le chifla. Le pondré una velita y soplaré junto a mi hija.

Estoy dando los pasos necesarios para lograr los cambios que necesito en mi entorno. Y el primero de ellos pasa por una búsqueda de empleo (lo que no es fácil en este país) Queremos que Alicia vaya a una guardería este Septiembre, sólo por las mañanas. Sentimos que hemos llegado a un punto en el que no podemos darle lo que necesita, que son niños de su edad. Nuevos horizontes. Así que también estamos buscando una guardería no demasiado alejada de nuestra casa que está enmedio de la nada 🙂

Creo que la palabra que más definiría esta etapa de mi vida es cambio. Cambio en muchos aspectos. Y me he puesto manos a la obra. Para el mi el cambio es movimiento y éste es la ley de la vida.

Así que hoy pienso arreglarme más de lo normal, ponerme «toa guapa» como dice Bebe en una de sus canciones y salir a disfrutar este día. Hoy nada puede pararme 🙂

Mi gran error.

Mi gran error.

Sí, digo mi gran error porque es sólo es mío (como así se encarga de recordarme mi compañaro y padre de la criatura 😦 y tampoco es el único porque no soy una madre PERFECTA (gracias a Dios). La perfección es demasiado aburrida y yo voy aprendiendo de mis errores. Supongo que eso es lo bueno.

Bueno a lo que iba, fue el colocar a la niña delante de la tablet en el momento que estaba haciendo la transición de comida pasada a comida entera. Me desesperé y el estar Alicia medio zombie delante de la pantalla me permitía ir metiendo cucharadas en su boca. Lo que al principio parecía un buen plan que solucionaba la comida en poco tiempo, fue convirtiendose en algo interminable pues mi hija le tomó el gusto a Caillou y ponía boquita de pez para impedir que la comida entrara por entero en su boca. Con comidas y cenas que duraban casi la hora, además tengo que añadirle las meriendas llegamos a las tres horas de tablet. Fue una completa cagada que por desesperación y sobretodo inexperiencia estamos tratando de solucionar.

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Ahora medimos el tiempo que la niña pasa expuesta a la tablet. Clan ha sido un buen aliado y aunque no lo hemos logrado eliminar si lo hemos reducido al menos en un tercio. Cuando Alicia empiece con la guardería y no pasemos la mañana juntas, espero que venga contando las cosas que le pasan y ya de esa manera ir prescindiendo de la tablet a la hora de las comidas.

Con razón dicen que la experiencia es un grado. Cuando un niño hace una transición, lo mismo de leche a comida o de comida pasada a entera tiene que venir un tiempo de espera para que el cuerpo asimile ese gran cambio. Tiempo en el que probablemente coma cantidades muy inferiores a las que solía. Ahora lo sé. En su momento, no.

Nuevo año.

Nuevo año.

El tiempo vuela y ahora me doy cuenta de lo poco que he escrito este mes. En mi descargo tengo que decir que los preparativos navideños junto con mi niña han ocupado casi todo mi tiempo.

Los cambios en Alicia se operan rápidamente. Aunque de vez en cuando te suelta un discursito en su «jerga» y ahí no la entendemos, sobre todo cuando se mete en el juego, es capaz de hablar y pedirte cosas. Es muy sociable y disfruta estando con otros niños, adora a sus primos. De salud, hemos pasado una fuerte gastroenteritis que tuvo a la niña dos días sin comer ni beber, suerte que aún le doy el pecho porque eso la mantuvo totalmente hidratada. En cuanto a la comida (aunque llevamos un par de días malos 😦 , en general hacemos progresos. No es una niña gordita, nunca lo ha sido, pero con lo que come, se mantiene. Reparte sus doce kilos aproximadamente en 86cm. Pocos niños de su edad son tan altos como ella. Y el caso es que ni su padre ni yo excedemos la media. Seguro que me la cambiaron en el hospital 🙂

En cuanto a logros personales ha ganado sobre todo en soltura al moverse, en destreza y precisión con las manos. Desde hace meses monta y desarma el Lego Duplo sin dificultades y eso que ahora tiene 21 meses. Apenas se le escapan los nuevos detalles y le gusta controlar lo que la rodea. En general es muy activa. Sufrimos sus rabietas desde hace algo más de 4 meses. Tiene un temperamento muy fuerte y cuando no la dejamos imponerse estalla.

Cuando veo a otros niños en el parque noto que Alicia sigue muy pegada a mi y aunque me gusta, también desearía que ganase en independencia. Este año, uno de nuestros propósitos es llevarla a la guardería, pero no a una convencional. Estamos buscando un centro alternativo para Alicia, y analizamos todas las posibilidades de nuestro entorno que no son muchas. Ya os contaré.

Se me ha ido este año a una velocidad que asusta y ya tengo proyectos para el nuevo año que entra. Es emocionante. Gestionar mejor mi tiempo será una de las prioridades del 2018, espero conseguirlo. Pero no quería terminar el año sin desearos todo lo mejor para el 2018, para que alcanceis vuestros sueños y alejeis el dolor. Besos.

feliz año

Bexsero, información sobre su administración.

Bexsero, información sobre su administración.

Un par de veces a la semana me reúno con un grupo de padres con los niños en el parque. Son casi siempre los mismos niños y eso permite que Alicia se relacione con un grupo ya conocido, lo que es muy importante para ellos ya que todavía no van a la guardería. Este año por primera vez en mi localidad han sobrado plazas de P3 en los distintos colegios. No han sido muchas, pero parece ser una tendencia que aumenta, la de no escolarizar a los niños hasta los 6 años. Curioso ¿no?

Comentando que Alicia había tenido su última dosis de Bexero (por fin!!) y que había estado con molestias y fiebre, una madre contó que su intención es vacunar a su hija cuando alcance los dos años. A partir de los 2 años sólo se necesitan dos dosis para inmunizar al niño de la menigintis. Me quedé bastante sorprendida porque no había oído nunca esta posibilidad. Me parece una muy buena idea para niños que no van a la guardería y no están expuestos a situaciones de riesgo. Y no lo digo por el dinero que te ahorras que son más de 200 cucas, si no para evitarle al niño dos pinchazos y unos días con molestias (que es lo que le pasa a la mía, cada que vez que la hemos vacunado).

Mientras seguimos con la rutina habitual combinando visitas a la ciudad dos veces por semana y clases de natación, vamos preparando las fiestas con la familia. Ya hemos encargado casi todos los juguetes atendiendo a las preferencias de Alicia. Últimamente pasamos muy buenos ratos con los juegos de construcción de Lego Duplo. Le regalaron una caja con algo más de 300 piezas este verano y es ahora, con 20 meses cuando le estamos sacando realmente partido. Me encanta que no sea un juguete predeterminado. Eso permite a la niña crear algo distinto cada vez que lo monta. Así que hemos pedido a Papá Noel una casa de Lego que junto con los ladrillos que ya tenemos permitirá a mi niña expresar su vena artística, una bici de Chicco, una camita de bebé (se la estoy haciendo yo) y otras cosillas. Para Reyes le espera el gran sorpresón: Una cocina de madera más alta que ella. Eso creo, porque hace algo más de 2 meses que no la hemos medido y ya entonces medía 84cm 🙂

 

 

 

Refugio de animales.

Refugio de animales.

Hacía tiempo que teníamos pensado llevar a la peque a una de esas granjas donde puedes ver y tocar a los animales. Nos interesaba especialmente porque Alicia sólo había visto y tocado las dos gatas de la abuela y la galga de mi hermano. Queríamos que supiera que los animales no hablan a pesar de lo que muestren los dibus de la tele 🙂

Por mi localidad teníamos la típica granja preparada para recibir visitas de escuelas. Todo muy aséptico, muy medido en tiempo, con la posibilidad de llevarte el picnic y comértelo al aire libre mientras los niños se cuelgan de los columpios. A esto añadían vuelta en carro por la granja. El plan no estaba mal, barato no era.

Por casualidad descubrimos un refugio de animales abandonados que estaba en medio de la nada, no demasiado lejos de nuestra casa. En el facebook vimos las fotos. Perros, gatos, gallinas, ovejas, cabras, caballos, burros, cerdos (asiáticos y de los otros) todo tipo de pájaros, tórtugas… (seguro que me dejo alguno). Todos juntos repartidos en un terreno de unas 10 hectáreas. Nos encantó. Era justo lo que estábamos buscando.

La experiencia que le proporcionamos a la niña fue innenarrable. Una mezcla de miedo, excitación, curiosidad y sobre todo felicidad la recorría. Mirar un caballo a los ojos, verse rodeada de una manada de cerdos asiáticos, sentir la lana cuando todavía no se ha esquilado, la rugosidad de los cuernos de una cabra, dar de comer a los gallos, oir ladridos de ovejeros, maullidos, rebuznos y piares varios. Le llegaban estímulos de todos los lados. Tanto es así que apenas probó bocado. Nosotros sí, y decidimos comer en el refugio junto a otras familias que también estaban de visita. Tuvimos la suerte de llegar en un día en el que también se celebraba la llegada del otoño, así que el sitio estaba lleno de peques de distintas edades.

Seguro que también en vuestras localidades habrá refugios de este tipo, deseosos de recibir visitantes a cambio de un precio símbólico. La combinación animales + niños es éxito asegurado y encima estamos ayudando a sufragar los gastos de este tipo de centros que no suelen recibir ayudas públicas. Es un estupendo plan 🙂granjagrancha.JPG

 

 

Un día en Montserrat.

Un día en Montserrat.

 

IMG-20171013-WA0006Hacía tiempo que queríamos ir a Montserrat para presentar a nuestra niña a la virgen. La última vez que fuimos, yo acababa de sufrir un aborto así que ya podeís imaginar lo que le pedí  🙂 Esa era la excusa, también aprovechábamos para llevar a mi suegra a conocerlo. Para mi, es siempre una excursión que merece la pena, tanto desde el punto de vista religioso como práctico si eres un amante de la escalada y el senderismo.

Tardamos una hora y media en llegar y eso que estamos sólo a 8okm. Intentamos reducir el uso de la tablet con Alicia. Y si bien antes alguna vez la habíamos usado en los trayectos en coche, ahora ni se nos ocurre. Cuando Alicia se queja, paramos el coche donde nos pille y estiramos piernas. Eso basta para calmarla, eso y la teta.

Cuando llegamos serían casi las doce del mediodía. Siendo un lunes de Octubre, el parking estaba a rebosar. Los conductores perdían la calma y se pisaban las pocas plazas libres que había 😦 Así que si vaís, es preferible madrugar. La tarifa por día completo es de 6.50 euros.

Una vez dentro, como apenas hay coches pudimos dejar a Alicia moverse a su antojo (sin quitarle el ojito, naturalmente). Existen multiples posibilidades para solucionar el tema de la comida. Hay un restaurante, un fast food con bocadillos, una tienda con alimentos (que no vende pan, solo un pan de molde con azúcar). Nosotros lo solucionamos en el bar con los bocadillos. Existen bastantes sitios donde sentarse cómodamente y degustar el tupper que os traigaís de casa. No me parece mala idea. Todos los días, se instalan en la entrada tenderetes que ofrecen a los visitantes productos típicos de la zona, quesos, miel, fuet. No tuve tiempo para comprobar la calidad e imagino que son más un producto enfocado a los tourist que a los nativos

Para subir a la cumbre del macizo teneís la posibilidad de coger el funicular con la opción ida o ida/ vuelta. En el primer caso son unos 5 y pico euros y en el segundo 10. Servidora y costilla lo hicimos a patita. Esta vez, teníamos un tiempo limitado y tampoco a mi suegra le apetecía mucho subir los 700 metros del tirón. Pero con niños creo que es la única solución. La ropa de abrigo en la mochila es siempre imprescindible si subís, porque la temperatura que podaís consultar en internet es para el monasterio, arriba en la montaña, pela.

Lo que sí hicimos, fue visitar a la Virgen e iglesia (para eso habíamos venido 🙂 LLegar hasta la Virgen sólo nos costó media hora de cola. Que quereís que os diga… salí muy emocionada. A Alicia le encantó ver tanto brillo. En la iglesia, ya no estuvo tan formal. Así que mi niña y yo salimos antes de tiempo para no perturbar el sosiego de los peregrinos.

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Fuera hay un museo, una oficina de correos que sólo abre por la mañana, y un par de tiendas de souvenirs. Hay una especialmente grande que vende cosas originales,menos cutre que los típicos souvenirs. Perderse un ratito por ella si teneís tiempo me parece un acierto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lenguaje.

Lenguaje.

Parece que el habla ya está aquí. ¡Por fin! ¡Que ganas tenía de oírla hablar! Y es que Alicia llevaba mucho tiempo hablando en esa jerga que utilizan los nenes, incomprensible para los mayores, soltando pequeñas frases de dos términos o palabras. Yo ya estaba empezando a utilizar el lenguaje de signos para algunas acciones. Alicia me miraba con sus grandes ojos, alucinada cada vez que lo hacía.

Ayer por la noche estaba sembrada. Me dió un objeto (no recuerdo qué) y me dijo: ¡toma! Pero lo mejor fue cuando se calzó una zapatilla de su padre y me dijo: «Estas son las de papá». Ahí me quedé con una sonrisa de boba de oreja a oreja.

Es el comienzo del habla con 18 meses recién cumplidos. Estábamos todos un poquito impacientes. Alicia siempre había sido muy adelantada en todo y esperábamos que una vez dominado el tema del movimiento (llegaron los primeros pasos a finales de Enero) empezase con el habla. Esto no ha sido así. Quizás porque su cerebro procesa la información en dos lenguas muy disintas. ¡Que se yo!

Lo que sí he aprendido es que la progresión no es lineal en el tiempo. Se alcanza uno o varios hitos (metas destacadas en su desarrollo) y a continuación puede haber un periódo en el que no hay novedades a destacar.

Hemos observado que Alicia en el parque es bastante atrevida. Me refiero a que lo mismo se sube a un puente de 2 metros y se arroja al vacío como intenta salir por sitios bastante peligrosos para un bebé. El fallo ha sido nuestro. Observando a otros bebés que se suben solos y se lanzan por el tobogán, nos hemos dado cuenta de que el problema de Alicia es la confianza. Un exceso de confianza. Y eso es porque siempre me he subido con ella y he ido detrás para evitar que se cayera. Alicia nunca ha tenido una caída importante en esos columpios. Por eso no ha podido aprender lo que es la cautela. Estamos intentando corregirlo dejando más espacio entre ella y yo o que vaya solita en algunas ocasiones. Como ahora abandonamos la playa por los parques ya os contaré como nos va.